La electroquimioterapia (ECT) es una modalidad de tratamiento muy efectiva en oncología para lograr un excelente control local de enfermedades oncológicas.
Permite tratar tumores de cualquier tipo histológico.
Consiste en la administración de un agente antineoplásico, generalmente bleomicina, por vía intravenosa y unos minutos más tarde la aplicación de pulsos eléctricos sobre el tumor a tratar, permitiendo de esta manera penetrar la bleomicina en las células tumorales originando la muerte de las mismas.
La bleomicina tiene una ventaja y es que es un fármaco hidrosoluble de gran tamaño de manera que sólo afecta a aquellas células que han sido electroporadas. Es decir su administración intravenosa no afecta al resto de células a las que no se les ha aplicado esta corriente eléctrica. Es muy poco mielosupresora, no tiene toxicidad gastrointestinal y no afecta negativamente a los perros que tienen la mutación del gen MDR-1.
La ECT se ha demostrado además que produce la estimulación de varios mecanismos de la respuesta inmune a nivel local influyendo positivamente en la regresión del tumor.
Actualmente ya hay numerosos trabajos que combinan la ECT con la Electrotransferencia génica (GET) que permite la estimulación del sistema inmunitario a nivel sistémico, reducción de la incidencia de metástasis, mejores respuestas locales y tiempos de supervivencia más largos.